¿De qué murieron tus antepasados?

 


Una de las curiosidades más habituales en genealogía es conocer la causa de la muerte de nuestros antepasados. Este dato no solo tiene interés histórico, sino también familiar y médico, ya que puede ayudarnos a detectar posibles antecedentes hereditarios.

En este artículo te explico dónde buscar esa información y cómo interpretarla.


1. ¿Dónde encontrar la causa de muerte?

El documento más habitual para conocer este dato es el certificado o partida de defunción. Dependiendo de la época y del país, la causa puede aparecer de forma más o menos detallada.

En España, la causa de muerte puede figurar en:

  • Partidas de defunción eclesiásticas (antes del Registro Civil, en 1871 en la península, y 1870 en Cuba y Puerto Rico): a menudo no se especifica la causa, pero a veces se menciona de forma genérica (muerte natural, fiebres, tisis).

  • Actas del Registro Civil (desde 1871): pueden incluir la causa de muerte en el propio acta o en una anotación marginal.

  • Certificado médico de defunción: documento emitido por un médico, que se presenta en el Registro Civil para inscribir la defunción; contiene la causa exacta y codificada según criterios médicos.


2. Cómo solicitar la partida o certificado

  • En el Registro Civil de la localidad donde murió la persona.

  • En parroquias o archivos diocesanos, si la defunción fue antes de existir el Registro Civil.

  • En archivos municipales o históricos, si se conservan copias de expedientes antiguos.

💡 Si solicitas un certificado literal de defunción (no un extracto), tendrás más posibilidades de que aparezca la causa.


3. Cómo se registraban las causas de muerte

Las denominaciones han cambiado mucho con el tiempo. Ejemplos:

  • Siglo XIX: términos genéricos como fiebres pútridas, consunción, apoplejía, tabardillo, mal de costado.

  • Principios del siglo XX: nombres más precisos, aunque todavía arcaicos: tuberculosis pulmonar, nefritis, bronconeumonía.

  • Actualidad: clasificación según la CIE (Clasificación Internacional de Enfermedades).


4. Consejos para interpretar la información

  • Si la causa suena extraña, busca equivalencias médicas modernas.

  • Ten en cuenta que en muchos registros antiguos la causa podía ser estimada, ya que no siempre intervenía un médico.

  • En muertes violentas, accidentales o sospechosas, la causa puede aparecer en expedientes judiciales o sumarios militares.


5. Fuentes adicionales

Si la causa no aparece en el certificado, puedes buscar en:

  • Hemerotecas digitales: obituarios y noticias de defunciones.

  • Archivos judiciales o militares: en caso de muerte por accidente, combate o ejecución.

  • Libros de difuntos parroquiales: a veces incluyen notas detalladas sobre enfermedades o circunstancias de la muerte.


Conclusión

Saber de qué murieron nuestros antepasados nos acerca a su historia y nos ayuda a entender mejor la época en que vivieron. No siempre encontraremos la causa exacta, pero cada hallazgo añade una pieza al puzzle familiar.

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